Existen una serie de mitos acerca de la posibilidad de ser millonario, rico, hacendado o como lo quieras nombrar. El hecho es que a nadie le desagrada la idea de ser un magnate ¿O si? Pues sigue leyendo y entérate de los mitos alrededor de la posibilidad de ser de un selecto grupo de personas a los que llamamos “los ricos”.
Mito 1: Un extraodinario carisma
Todos creen que los líderes de hoy tienen que tener encanto. “Es imposible concentrar recursos y personas si no tienes la capacidad de persuadir a otros a contribuir en tu proyecto”, afirma Paul Reynolds, profesor de Administración gerencial en la Universidad Internacional de Florida, Miami.
Quizá ningún líder empresarial resume tan bien esa noción como Herb Kelleher, cofundador de las aerolíneas Southwest que revolucionaron su ramo, este fumador y bebedor empedernido cautivaba a los sindicatos e inspiraba a miles de sus empleados imitando a Elvis y disfrazándose del Conejito de Pascua.
REALIDAD: No se trata de cautivar a la gente, sino de evaluarla. El mismo caso de Southwest da testimonio de que esta aerolínea de Dallas no ha perdido altitud por la ausencia del jefe, quien se retiró en el 2001. Al contrario, está en camino de registrar este año un incremento de utilidades de al menos el 15%.
“Tener carisma nunca fue la clave del éxito de Herb Kelleher” aclara Hill Payne, empresario visitante en la Fundación Ewing Marion Kauffman de Kansas, “sino rodearse de un equipo excepcional.”Para conseguir lo mismo, necesitarías valorar el talento de las personas. Los líderes empresariales “pueden ser unos inadaptados, pero saben cómo evaluar a la gente,” explica Hill Heiden, consultor financiero en Connecticut, y añade “ellos tienen la habilidad de descubrir el valor de las personas.”
De hecho, el gurú de la administración Jim Collins arguye que el carisma puede ser una desventaja. El poder natural de un líder atrae a los empleados necesitados de un héroe, así que cuando tal jefe existe, nadie puede estar a su altura.
Incluso Reynolds, que piensa que el carisma ayuda a conseguir talento, acepta que “para ser eficaz, una persona tiene que tener algo más que ofrecer además de su personalidad.”
Mito 2: Ser capaz de prever el futuro
Recordemos a Gordon Moore, el cofundador de Intel que predijo en 1965 que la potencia de procesamiento del chip se duplicaría cada dos años. O a Bill Gates, o al Sorprendente Kreskin, quien alega ser sólo un “mentalista” pero seguramente puede hacer más cosas.
Interpreta mal la “visión de la cosa” y estás acabado. La única cosa que predijo el magnate de las minicomputadoras Ken Olsen en su famoso discurso de 1977, “No hay ninguna razón por la que alguien quiera tener una computadora en casa”, fue el ocaso de su compañía Digital Equipment.
REALIDAD: Muchos de los visionarios estuvieron y están firmemente arraigados en su presente. ¿Henry Ford fue el inventor del coche? (Pista: No) ¿Sam Walton fue el inventor de los descuentos? (Remítase a la pista anterior). En cada caso, tomaron lo que ya existía, reconocieron su potencial e ingeniaron una manera de mejorarlo, y luego trabajaron intensamente en los detalles.
Tom Kinnear, director del Instituto Zell-Lurie de Estudios Empresariales en la Universidad de Michigan, se refiere a este patrón de acción como “telescoping.” Exitosos fundadores de negocios, ya sea como dueños o como socios, pueden tener una visión global de las cosas, pero su éxito radica en dominar las cosas pequeñas.
“Ellos prestan atención a los más mínimos detalles para poder responder cualquier duda” dice Kinnear, “quieren cerciorarse de que están haciéndolo bien.”
Amy Domini no inventó los fondos de inversión, pero hace 15 años vio la oportunidad de fondos socialmente responsables que atrajeran a aquellos inversores que sentían que no podían invertir dinero en negocios que consideraban moralmente objetables. Al día de hoy, su empresa Social Investments maneja cerca de $2 billones de dólares en activos.
Una vez fundada la empresa, explica Domini, pronto desarrolló “un profundo interés en los detalles insignificantes.” Desde luego que se preocupó por los detalles de estructurar un producto para grandes instituciones, es lo razonable. Pero también consideró el tipo de papel en el cual se imprimirían los folletos de la firma y buscó entre cientos de telas hasta encontrar la combinación que amortiguara el ruido en el cuartel general de su compañía ubicado en Nueva York.
“Para construir algo, tienes que estar enamorado de ello,” afirma Domini, “de lo contrario es mejor que seas un ladrillo en el muro corporativo.”
Mito 3: Nunca cedas, por nada del mundo“La iniciativa es interesante y está bien estructurada, sin embargo, si quieres conseguir algo mejor que una calificación mediocre, la idea debe ser viable,” esta fue la respuesta que un profesor universitario dio al ensayo de un alumno que esbozaba la necesidad de un servicio nocturno de entrega a domicilio que fuera fiable.
Pero Fred Smith ignoró esas desalentadoras palabras, “pensé que era una idea revolucionaria… y no estaba intimidado,” dice el ex-estudiante que fundó FedEx en 1973.
Herb Kelleher, de Southwest Airlines, es conocido por su dicho “Si es convencional, no es sabiduría, y si es sabiduría, no es convencional.” Después de todo, ¿alguien ha realizado algo innovador consultando a un grupo de enfoque?
REALIDAD: Sí, en efecto. Si intentas hacer algo creativo –ya sea para una empresa gigantezca o para redecorar una habitación en casa- evalúas con cuidado y atiendes la observaciones de otros.
Las personas en verdad exitosas no cambian de parecer con facilidad, afirma la Kauffman Foundation’s Payne. Pero son estratégicamente flexibles cuando la situación lo amerita.
En 1984, FedEx lanzó Zap-Mail, un servicio de fax de alta velocidad. Pero entonces empezaron a popularizarse las máquinas de fax baratas. “Ante esa coyuntura,” declaró Smith en una entrevista, “supimos que teníamos que cambiar.”
Cuando Sergio Zyman era presidente de mercadotecnia de Coca-Cola, aprendió que algunas veces las cosas no salen según los planes. ¿Recuerdas la New Coke? Años después de este error, cuando Zymann trabajaba por su cuenta, recaudó $12 millones de dólares para vender un software de planificación comercial. Pero pronto entendió que al mercado no le gustaba el producto. “Así que tuvimos que descartarlo”, declara.
Cuando tuvo que anunciarlo a sus patrocinadores, ya había elaborado un plan para convertir Zyman Group en una empresa consultora. El año pasado, la compañía ganó la enorme suma de $65 millones de pesos en ventas.
“Debes tener la convicción suficiente para saber que puedes encontrar la respuesta correcta, incluso cuando no la obtengas enseguida” dice Zyman.
Mito 4: Debes arriesgarte en grandeCuando el presidente de Viacom, Summer Redstone, intentaba consolar a los accionistas ante lo que parecía una adquisición desastrosa –la compra de Blockbuster en 1994- él insistía “El éxito no se construye a base de éxito, sino a base de fracasos.” Mantuvo la decisión y el riesgo valió la pena.
Cuando a Ray Kroc, proveedor de máquinas para malteadas, le tocaron dos buenos clientes, y vio cómo funcionaba el negocio de estos dos hermanos, que resultaron apellidarse McDonald, su profesión se convirtió en oro.
REALIDAD: El mundo ofrece multitud de de opciones para aquellos que buscan vivir temerariamente: contrata un fondo de protección, practica un deporte extremo, haz planes con un extraño que acabas de conocer en un chat. Pero si quieres anotarte un éxito, querrás controlar los riesgos de cualquier manera posible.
“Si conoces tus aptitudes, puedes controlar los parámetros del riesgo,” afirma Kinnear. “Invierte en lo que conoces” es una frase mantra que le sirvió al antiguo director del fondo Fidelity, Peter Lynch.
Warren Buffett, por su parte, se ha convertido en uno de los principales inversionistas del mundo al limitarse a comprar empresas cuyo negocio entiende bien.
Ellos han evitado que su capital se vaya por el desagüe, dice Reynolds, al no pretender que su pericia en un área puede transferirse a otra.
¿Te acuerdas de las Trump Airlines? Probablemente no. “La gente exitosa puede olvidarse de lo mucho que sabía sobre un nicho antes de hacerse rico en él,” apunta Reynolds. En el caso de Redstone y Kroc, ambos sabían bien en lo que se metían. Trump, en cambio, no.
Hace una década, cuando Geoff Cook tenía 19 años inició EssayEdge, un servicio online que ayudaba a los estudiantes con sus ensayos de ingreso a la universidad. “Editar era una talento natural en mí”, explica, “soy buen escritor.”
El costo inicial del servicio era la considerable cantidad de 600 dólares que incluía servicios informáticos y tarifas bancarias. Cinco años después vendió el negocio (que había crecido incluyendo ResumeEgde) a Thomson Corp. por una cifra cercana a los 10 millones de dólares.
A principios del 2005 dejó su bien pagado puesto en Thomson y decidió invertir 250,000 dólares en My Yearbook, una red de contactos dirigida a estudiantes de preparatoria. Sus hermanos, ambos adolescentes, le dieron la idea.
Al analizar MySpace y Facebook, Cook concluyó que había espacio para un nicho dirigido de lleno a adolescentes.
Habiendo recaudado 1.1 millón de dólares en el primer año de My Yearbook, planeó añadir otros 6 millones de dólares más de sus patrocinadores en el 2006.
“Tenemos lo que se necesita para competir, esto es, ideas para darle al sitio un toque cool,” declara Cook, “Son ideas que valen 100 millones (usd) o no valen nada. En cualquier caso, sé que no es el único negocio que haré en mi vida, pero a él me dedico ahora.”
Mito 5: Desear con vehemencia ser rico“¿Cuánto dinero es suficiente?” se le preguntó una vez a John D. Rockefeller justo cuando este magnate del petróleo era el hombre más rico del mundo. ¿Su respuesta inmediata? “Sólo un poco más.”
Seguramente hay muchas personas ricas cuya única motivación a lo largo de sus vidas laborales fue hacerse ricas. Y todos aquellos que trabajan con empeño en los negocios quieren ganar buen dinero.
“La gente que se hace rica quiere y espera recompensas financieras por su esfuerzo,” afirma Goldbart, psicólogo que codirige el Instituto Money, Meaning and Choices.
REALIDAD: Sin embargo, Goldbart explica que hay algo más involucrado. “El dinero no es el único valor que ven en lo que hacen, son personas que aman crear o construir,” afirma.
A esta opinión se suma Bill Dueease, un lifecoach que tiene su empresa en Florida: “La gente rica no se hizo rica sólo persiguiendo el dinero. Llegó a serlo persiguiendo su pasión.”
Así que, cuando Vu “Bill” Nguyen habla acerca de cuánto ama hacerlo, no se refiere a todos los dólares que tiene. “Siempre deseo producir un maravilloso producto que les guste a todos,” declara este hombre de 35 años que ha sido parte de siete empresas emergentes, tres de las cuales fundó.
Su última aventura, un nuevo servicio de música en internet llamado La La Media, fue lanzada el año pasado. Esta empresa ubicada en Palto Alto opera un sitio web donde los usuarios pueden intercambiar CDs musicales por 1 dólar.
A la fecha, su día de pago más impresionante fue en el 2000, cuando Onebox, una empresa que había cofundado y que proporcionaba un servicio de mensajes electrónicos y de voz, fue adquirida por 850 millones de dólares.
Nguyen ganó más de 10 millones de dólares con ese trato. Ha usado esas ganancias para financiar una colección de 10 autos; también ha derrochado una parte contratando bandas famosas -como el grupo Fountains of Wayne- para presentaciones privadas.
¿Y el resto? “Lo he invertido en bonos Muni, no quiero preocupaciones.” Invertir en bonos le deja concentrarse en su próximo proyecto. “Soy un maniático cuando se trata de productos, no puedo ocuparme en otras cosas.”
Esas otras cosas incluyen a otras personas, admite, y esa personalidad obsesiva le ha causado alguno que otro despedido. Pero Nguyen se consuela diciendo “Soy el vivo ejemplo de lo que te aconseja el tutor de tu escuela: Descubre qué es lo que amas, y hazlo. Es un enfoque que me ha hecho absurdamente afortunado.”
Y le ha dado su fortuna también.
Fuente: RadioConTempo Magazine (radiocontempo.wordpress.com)
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