viernes, 30 de septiembre de 2011

Las Matemáticas al servicio de los juegos de Azar

La industria mundial de losjuegos de azar resultó no estar a los alcances de la crísis económica. Los expertos le predicen futuros jubilosos a este vicio humano, en especial en Asia, y los rítmos de crecimiento de esta industria estar al nivel de 9-10% anual.
En el año 2009, los establecimientos de juegos de azar en EE. UU. y Europa apenas notaron una pequeña reducción de ausencia de sus clientes. Pero en Asia, al contrario, incluso en los días más tenebrosos de la crísis financiera, las colas por coger una gran fortuna, se mantuvieron en pleno auge. 
¿Sabía Ud. que si se lanzan varias veces seguidas 3 dados, la puntuación 10 sale con más frecuencia que  la puntuación 9?   
La solución es sencilla - de las 16 combinaciones del juego, que se pueden obtener con 3 dados, la probabilidad  de que salgan las decenas y las novenas, se relaciona como 27 a 25.
Los primeros serios intentos de estudiar las leyes de los eventos aleatorios y de ponerlos en la práctica, se emprendieron aún en la época del Renacimiento. La pasión por los juegos de azar jugó un importante rol en la consolidación de la Teoría de las Probabilidades - a la Teoría de los Juegos se dedicaron en epocas diferentes cientificos como: Galileo Galilei, Gerolamo Cardano, Blas Pascal. En sí, las
Probabilidades y la Estadística, son las que se encargan del estudio del azar, desde el punto de vista de las matemáticas.
Desde ese entonces, muchas generaciones de jugadores abrigaron la esperanza de crear un "sistema" basado en las leyes objetivas de las probabilidades para aumentar  las posibilidades del jugador para que gane.  Cabe señalar que algunos de estos sistemas resultaron ser comparativamente fiables y eficientes. Sin embargo, a un simple jugador común y corriente, posiblemente no le ayude el conocimiento de que, por ejemplo, en el juego de toda la baraja de cartas de "Black Jack", existan 1 326 combinaciones posibles de 2 cartas, que sumados entre sí sumen de 2 hasta 21, y que asimismo sólo 564 de estas combinaciones permiten  acumular 16 y más puntuaciones.
A propósito, durante el juego de bridge, la probabilidad de extraer todas las 13 cartas de un palo, o de varias cartas de diferentes palos, es absolutamte igual. Matemáticamente, esta correlación es de 1 a 635 013 559 599. Asimismo la posibilidad  de salir ganando para el jugador, es la mísma que para cualquiera de los demás jugadores. Y cuanto más partidos juege, tendrá mayores posibilidades para desquitarse. En las matemáticas, esto se denomina: La Ley de los Grandes Números: si se lanza una moneda al aire 10 000 veces, entonces, en comparación con la cantidad total de lanzadas, la probabilidad de que salga la "сara" visible, se distinguirá del valor teórico 1/2 en menos del 1%. Sólo cuando la cantidad total de lanzadas sea infinitamente grande, la probabilidad, de que salga la "cara" o "cruz", será igual a 0,5. 
      En esencia, esta mísma ley debe de cumplirse en relación a los dueños de casinos, que disponen de recursos y de cantidades ilimatadas de tiempo. Es por ésta razón que los dueños de casinos previamente se aseguran (garantízan) una pequeña ventaja frente a sus clientes, deduciendo de cada apuesta ejecutada un determinado porcentaje de ganancia, o pagando "ganancias"  algo menores que las que deben de ser,  realmente. 
Los grandes afortunados, fueron...!
Tal vez, la primacía, entre los más-más suertudos de los juegos de casino, sea el multimillonario australiano  Kerry Packer. En 1997, en tan sólo algunos días, jugando Baccarat y Black Jack en un casino de Las Vegas, Kerry se llevó consigo de (20-40) millones de $. Se desconoce la cifra exacta.
En 2003, un joven ingeniero programador estadounidense de 25 años (su nombre y apellido no se revelán!), logró ganar, en el juego con tragaperras (slot-machines), cerca de 39,714 millones de $. En 2009, el negociante griego Georgius M., ganó jugando  Jackpot, 8,6 millones de $.
Una historia curiosa se vincula con una de las más grandes ganancias de loterías. En 2002, Michael Carroll, que trabajaba de basurero, ganó una lotería de 14,6 millones de $. Pero lamentablemente, todo esta ganancia se le acabó a fines de 2008. 
Al no saber que hacer con estos millones de $, Michael los gastó comprándose automóviles carísimos, narcóticos, frecuentando burdeles, y los estafadores, fueron los que le "ayudaron" a gastar sus últimos centavos. Ahora Michael, sin ningún centavo en el bolsillo, nuevamente se dedica a su ocupación anterior, es decir a recoger basura en las calles  de Norfolk (Reino Unido).  
(fuente: Money.msn.ru)  

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